En Miami esperas ver playas,  sol , yates,  edificios modernos y singulares,  pero una mansión estilo Renacentista italiano del Siglo XVI es lo que menos esperas encontrar y eso es lo que encontramos en el llamado Museo Vizcaya ó simplemente Vizcaya.

Se encuentra situada en plena bahía Biscayne, consta de una gran mansión y unos jardines maravillosos.

Mis tres compañeros de viaje, mi marido, David Fimia (elblog.info) y Javier Muñoz

Imitando el estilo italiano.

En plena bahía hay una barcaza de piedra que servía de terraza sobre el mar para el propietario y sus invitados a la vez que de rompeolas.

La mandó construir James Deering, un multimillonario americano, fué construida durante los años 1.914 a 1.916, previamente había traido cantidad de obras de arte europeas, asiáticas y americanas.

Por dentro no está permitido fotografiarla, con lo cual no os lo puedo enseñar, pero os puedo decir que conservando un estilo antiguo está dotada desde su creación de todos los adelantos, luz eléctrica, teléfono, calefacción, ascensor, cine, cámaras refrigeradoras.

Su creador la disfrutó poco tiempo, pues falleció en 1.925,  en 1.945 sus herederos donaron parte del terreno de la misma a la Archidiócesis de San Agustín y en 1.952 el Condado de Miami Dade adquirió la casa y los jardines y los herederos donaron los muebles y las obras de arte.

En 1.953 fué declarada Museo de Arte de Condado Miami Dade y en 1.994 Monumento Histórico Nacional.

La piscina de estilo italiano.

A Deering le gustaban mucho las orquídeas y también hay un orquideario.

Otra fachada del edificio, la que da a la bahía. Es típico encontrarte allí a chicas hispanas que al cumplir 15 años tienen una fiesta muy especial y se visten también de una manera especial y se hacen las fotos en este marco.

Aquí otra de las chicas que nos encontramos.

Rafael y yo en un cenador donde se ve perfectamente la mansión, con nuestros autoguías puestos.

Para terminar os contaré en en pocos momentos  se formó una tormenta tropical que nos hizo estar reguardados en el edificio durante más de hora y media, pero al terminar el sol lució de nuevo como si no hubiera pasado nada y para quitarnos el mal rato nos fuimos a comer al clásico Denny´s.

Una visita muy sorprendente en un lugar como Miami.