Un plato muy clásico de la cocina vasca, que es conocido y preparado en todas las regiones españolas, dado que la materia prima, gracias a las buenas comunicaciones en nuestro país, la podemos disfrutar en cualquier lugar de la península.
Una preparación fácil y exquisita que puede presentarse en nuestras mesas para los días más señalados y tenemos asegurado el triunfo.
Lo más importante es contar con un merluza bien fresca, como la que he utilizado yo.
Ingredientes para 2 personas:
- 2 rodajas de merluza de unos 200 grs. cada una
- 2 dientes de ajo
- perejil
- vino blanco fino Montilla-Moriles
- 50 grs. de gambas frescas
- 100 grs. de almejas (chirlas)
- guisantes
- 1 huevo duro
- yemas de espárragos.
- Aceite oliva virgen extra
- Harina
Preparación:
Ponemos en una sartén aceite suficiente para freir ligeramente las rodajas de merluza, que previamente las hemos sazonado con una poca de sal, y las hemos pasado por harina.
Mientras tanto vamos cociendo el huevo.
Cuando les hayamos dado vuelta y vuelta, las pasamos a la cazuela ó recipiente donde las terminaremos de hacer.
Quitamos parte del aceite de la sartén y rehogamos las gambas peladas, así dejan más sabor.
Las incorporamos a la cazuela donde tenemos las rodajas de merluza.
Mientras tanto, ponemos los ajos y el perejil en un mortero y hacemos un majado.
En la sartén, añadimos el majado disuelto con un poco de agua (ó caldo de pescado) y el vino blanco, le damos un hervor.
Y se lo incorporamos a la cazuela donde tenemos la merluza con las gambas y ya le ponemos también las almejas y los guisantes.
Lo dejamos que hierva todo junto unos minutos de manera que la merluza se acabe de hacer y trabe la salsa.
Pelamos el huevo, lo partimos en cuatro trozos y lo añadimos a la merluza, así como las yemas de espárragos.
Y ya tenemos este delicioso plato listo para comer. Exquisito!!!
Ah!! y se puede hacer con antelación y calentarlo en el momento de servir, una gran ventaja.